El amor es una estupidez, lo tengo comprobadísimo. Vuelve a la gente medio estúpida y le trastoca el carácter, ya lo mejor la hace más feliz, vale, pero es no cambia nada, y por descontado que a los que ya son estúpidos no les vuelve inteligentes. Cuando voy por la calle y veo a alguien con una sonrisa bobalicona, pienso, ese tío debe de ser tonto de remate, pero a veces, cuando estoy más contenta, añado: o estar enamorado de remate. El que haya adivinado que estoy enamorada y se crea muy listo y sagaz elemental querido Watson por eso, seguro que es un fatuo, y si piensa que yo soy una estúpida, encima es un imbécil, porque enamorarse le puede pasar a cualquiera y nadie está a salvo.
Muchos libros por todas partes, mucho tiempo invertido en estudiar y aprender, demasiado tiempo diría yo, para que luego venga un gilipollas como tú, me enamore y se me olvide todo, absolutamente todo lo que aprendí en estos años...